Siempre he querido viajar a Argentina, no sé si es por mi afición a los alfajores, a Mafalda o porque el acento me pone cachonda. El caso es que el año pasado ahorré lo suficiente como para pagarme una semana recorriendo (parte) del país y fue la mejor experiencia de mi vida. A nivel personal…y culinario.
No, no me puse las botas ligándome a cuantos pibes quise (eso es otra historia) sino comiendo. Lo que más eché de menos cuando volví a Madrid fue el dulce de leche, el asado, la carbonada, el chimichurri…Las patatas bravas y hasta la mejor tortilla de patata habían perdido todo el sentido para mí, solo quería alimentos del otro lado del charco.
Llegó un punto en el que hasta la pizza me sabía a plástico. Si quería volver a reconciliarme con mis papilas gustativas solo tenía una alternativa: comida argentina. Me pateé la ciudad en busca de restaurantes en los que volver a reencontrarme con esos grandes amores latinos y tras mucho probar, estos son los los más rebuenos.
Santa Fe
Amador de los Ríos, 1
De momento no son muy conocidos pero van petarlo, os lo garantizo. Su carta no es 100% argentina y la decoración recuerda más a un gastrobar neoyorkino que a un sitio de parrillas pero ahí está la magia del sitio; en no cerrarse puertas. Recomiendo encarecidamente el pulpo a la parrilla y su hamburguesa estrella: la “Santa Fe” (con cebolla caramelizada, queso de cabra, reducción de pimientos rojos y una carne que está de vicio…De las mejores de la ciudad).
Las Brujas Argentinas
Lope de Vega, 15
Combina platos y raciones típicas del país con platos castizos (¿Por qué elegir entre un matambre y una tortilla de patata cuando puedes tener las dos?). Está decorado como una cueva; un guiño a la reserva natural Caverna de las Brujas, de las más importantes allí.
La Cabaña Argentina
C/ Ventura de la Vega, 10
Si este restaurante tuviese un eslogan, seguramente sería “a la parrilla, como me gusta” pero claro, ya lo dijo Carmen Lomana para Burger King en su momento y ya no vale. Entré por primera vez atraída por la parrilla que colocan a pie de calle e hice bien, porque alivié mi ansia de carne con su bife de lomo bajo. Eso sí, dicen que la parrillada es para dos personas pero mejor que os lo pidáis entre tres si no queréis explotar.
Corrientes 348
C/ de Ibiza, 39
Suena a obviedad pero no es el sitio más indicado para llevar a tu amigo vegetariano, pues su especialidad es la carne. Si te paras a escuchar solo oirás “che”, “vos”, “buena onda”, etc; y es que es un restaurante argentino frecuentado por argentinos; por lo que es de fiar. El provoleta de la casa y el churrasco argentino no están nada mal pero si algo quiero destacar es la tarta de chocolate rellena de dulce de leche…Orgásmica.
Camoati
C/ de Alfonso VI, 3
El típico local en el que todo el mundo saldrá satisfecho, ya que fusiona la gastronomía argentina e italiana, lo que hace que quieras probar todas las opciones de la carta. Al encontrarse en la Latina se convierte en el restaurante perfecto para ponerse las botas antes de unas cervezas y un poco de fiesta…Para volver rodando a casa (Si vuelves).