Aún hay historia de Madrid por desenterrar bajo nuestros pies y el último hallazgo arqueológico ha sacado a la luz los restos más antiguos de la muralla árabe, entre los que se encuentra la única puerta de acceso a la ciudad que aún se conserva.
El descubrimiento se ha producido bajo el Palacio Real, durante la construcción de la Galería de las Colecciones Reales, que abrirá sus puertas el próximo 28 de junio. Ana de la Cueva, presidenta de Patrimonio Nacional, destacaba ayer la importancia de estos restos con las siguientes palabras: «Esto que ven detrás es el origen de Madrid. Los restos más antiguos en el edificio más moderno«.
Estos restos, de gran valor histórico, pasarán a formar parte de la visita a este nuevo centro cultural, en el que también se proyectará un documental que reconstruya la evolución del amurallamiento de la ciudad de Madrid desde su origen hasta la actualidad.
La importancia del hallazgo
Según declaraciones a El Español de Álvaro Soler, jefe del departamento de la Real Armería del Palacio Real de Madrid, uno de los aspectos más reseñables del hallazgo es su estado de conservación: «esta muralla está entera hasta un metro setenta de altura, lo que la hace totalmente inusual«.
Los restos, señalan los expertos, podrían pertenecer a la Puerta de la Sagra (o Xagra), una edificación con origen en el siglo IX y que, por tanto, significaría el descubrimiento de vestigios que apuntalan el origen árabe de la historia fundacional de Madrid.
Actualmente, la muestra mejor conservada de la muralla se puede observar junto al parque Emir Mohamed I, a los pies de la catedral de La Almudena.
Otros hallazgos arqueológicos recientes
En la misma zona, durante las obras de remodelación de la plaza de España, salieron a la luz restos arqueológicos entre los que se encontraba el Palacio de Godoy, cuya restauración acabó en febrero de 2022 y estaba pendiente de ser musealizado para que la ciudadanía pueda visitarlo.
El pasado verano también se encontraron restos arqueológicos durante las obras de la puerta del Sol, que finalmente se decidió no conservar.