Madrid es noticia en The Economist. El periódico en lengua inglesa ha publicado hace apenas un par de días un análisis acerca de la situación que vive la capital, bajo el título Madrid está en auge. Crecer sin perder la calma será lo difícil. Una historia de éxito en el sur.
El texto dibuja, en apenas nueve párrafos, un perfil de la ciudad desde sus orígenes hasta el día de hoy, cuando la capital, dice, «está viviendo su momento». Ese auge y ese éxito se relaciona con varios factores, como el hecho de que «turistas y aspirantes a residentes acudan en masa», atraídos en parte por «el planteamiento de Madrid de baja fiscalidad y escasa regulación», apunta The Economist en su análisis.
En cifras, señala el medio, la población extranjera en Madrid ha crecido un 20% desde 2016. Y, siendo la mayor parte de ella de origen latino, eso convierte a Madrid «en una creciente rival de Miami como capital de Latinoamérica».
El problema de la vivienda en Madrid
A la lista de atractivos se suman también la oferta cultural del Triángulo del Arte y de musicales, el museo del Bernabéu, la celebración del Gran Premio de España de F1 y las tapas baratas –la imagen que ilustra el artículo es, precisamente, de una terraza: el sueño europeo de unos es la zona tensionada de otrxs–. Pero también una gastronomía cada vez más sofisticada que a menudo, matizan, procede de otras regiones alejadas de Madrid.
No obstante, ese crecimiento tiene una cara B que constituye, según The Economist, el mayor problema en términos de vivienda al que se enfrenta la capital: dónde puede ubicar a la gente. «Se espera que la región, con 7 millones de habitantes, sume otro millón en la próxima década. Pero la ciudad carece de viviendas, razón por la cual el crecimiento se ha dirigido a los suburbios y ciudades dormitorio. Las urbanizaciones más nuevas son lugares sin alma, imposibles de recorrer a pie».
La construcción de Madrid Nuevo Norte pretende solucionar en parte ese problema, y cerca de un tercio de los 10.500 apartamentos que se prevé construir será vivienda asequible con protección pública. El megaproyecto, que dará lugar a un nuevo centro de negocios, no es visto con los mismos ojos por los vecinos y vecinas de la Colonia San Cristóbal y desde la oposición preocupa que aumente aún más la brecha de la ciudad «entre un norte rico y un sur mucho más pobre».
Por otro lado, el alquiler sigue siendo una de las principales preocupaciones –especialmente en el caso de la población más joven–: de media en 2022 lxs madrileñxs destinaron más de un 41% de su sueldo a pagarlo.