Mi amigo Peter reconoce que decidió hacer el Erasmus en Madrid por la siesta, la vida nocturna y el buen tiempo (qué novedad). Nunca creyó que la ciudad pudiera aportarle más que eso pero así fue, tanto que ahora está buscando la manera de quedarse. Le pregunté cuáles habían sido las experiencias más remarcables que había vivido; qué cosas le habían llamado más la atención. Este es el resultado.
1.Nunca te acostarás sin conocer una cosa más
Siempre volvía al piso que tenía en Malasaña con una anécdota que contar y un nuevo sitio que recomendar. Para él, cada día era una aventura que terminaba en un punto distinto de la capital.
2. Aprendes español
Le conocí una noche en la que, entre trago de sangría y trago de sangría, me intentó ligar con un “¿Qué tal estás chica guapa?”. Ahora no solo es capaz de encandilar a cualquier paisana, sino que sabe decir más insultos que yo.
3.Todo el mundo llega tarde
“¿Para qué narices lleváis reloj si luego os retrasáis?” nos preguntaba cada vez que quedábamos. No lo podemos evitar…
4.La desorganización de la universidad
Si el punto de desinformación información es desquiciante para nosotros, imaginaos para un extranjero de mentalidad cartesiana. El pobre nunca se aclaraba entre profesores que se olvidan de las tutorías y cancelaciones de clases a última hora. No le costó entender que la mejor forma de vencer aquel caos era asumirlo y que aquí nos tomamos las cosas con muuuuuuuuuuucha calma.
5.La comida es increíble
No ha vuelto a tocar el fish and chips, de verdad. Antes comía para vivir, ahora vive para comer.
6. El calimocho
Si ellos se emborrachan con vodka-redbull, nosotros tenemos el calimocho. Le sorprendió que el precio del alcohol fuera tan bajo, tanto que casi siempre acababa invitando… después de pimplarse la botella de Negrita, claro. Viva la exaltación de la amistad.
7.Tapas y cerveza
El chaval engordó sus cinco kilos de tortilla de patatas, croquetas, bravas y paella. Dice que el día que descubrió los bares en los que pagas la caña y te invitan a tapas fue el mejor de todo su Erasmus.
8.Botellón al aire libre
Beber al aire libre, otro placer de la vida. Eso sí, a correr si aparece el coche de policía. Una vez le multaron pero creo que el papelito nunca llegó, ventajas de ser “guiri”.
9.El Retiro
Dice que es el parque más bonito en el que ha estado, eso es porque aún no le he enseñado los menos turísticos. Le encanta hacerse fotos en el Palacio de Cristal y alquilar una barquita… para acabar remando en círculos.
10.Churros con chocolate
La primera comida del día tras una noche de parranda. This is Erasmus en Madrid!