La estampa de Filomena, que ya ha pasado a la historia y que mucha gente relaciona con uno de los días más felices de la ciudad en muchos años, es absolutamente atípica y raramente repetible. Pero la noción de felicidad en relación con esos días y con el disfrute de la nieve sí que tiene visos de continuidad en Madrid. No en Madrid ciudad, claro, cuya altitud es de 820 metros, pero sí en algunas zonas de la sierra.
La región de Madrid tiene la virtud de que una decena de minutos en coche (o en transporte público) son suficientes para tener la sensación de haber abandonado toda lógica metropolitana. La altura de la Sierra también es otro factor: puede hacer un día soleado en Argumosa mientras a 50 kilómetros la nieve lleva semanas o meses cuajada en Navacerrada.
Y como sabemos la noción conjunta de nieve y de sierra pueden ser algo etéreas, con este artículo vamos a decirte cuáles son los mejores pueblos de Madrid para disfrutar de la nieve.
1. Navacerrada
Navacerrada es posiblemente el pueblo que primero se le viene la cabeza a un madrileño cuando piensa en la sierra. Con casas de piedra y tejados de pizarra, las bajas temperaturas son su principal reclamo, tanto en verano (para escapar del calor) como en invierno (para entrar en contacto con la nieve). Está a apenas 50 kilómetros de Madrid y es perfecto para hacer una excursión de un día.
2. Patones de Arriba
Patones de Arriba es una de las joyas menos reivindicadas del turismo rural español. Y aun así le sirve para que fin de semana tras fin de semana se llenen los aparcamientos que hay a la entrada del pueblo –consejo: madrugar mucho si se quiere ir. La estampa de Patones de Arriba es harto peculiar: casas levantadas en la ladera de las montañas, arquitectura negra y hornos en las calles. Cerca está la Iglesia de San José, el Acueducto del Canal de Isabel II y la Dehesa de la Oliva, un yacimiento con restos arqueológicos desde el Paleolitico hasta la Edad Media.
3. Rascafría
Además de ser considerado en 2020 candidata a convertirse en Capital del Turismo Rural 2020 (según la web Escapada Rural), Rascafría tiene una gran virtud que puede pasar desapercibida: se puede llegar en transporte público. Rascafría es un paraíso con rutas de senderismo, el Bosque de Finlandia es espectacular y la visita al gran Monasterio de Santa María de el Paular (que data de 1390) es visita obligada. Un clásico, por cierto, del verano debido a la baja temperatura del agua de las Presillas, sus piscinas naturales.
4. Buitrago de Lozoya
Es muy factible que de manera objetivamente subjetiva el pueblo más bonito de la sierra sea Buitrago de Lozoya. Rodeado por el río Lozoya –del que toma su nombre– y declarado Monumento Nacional en 1931, Buitrago es el único pueblo de la Comunidad de Madrid que mantiene íntegras sus murallas. También tiene un espacio no tan conocido que es un museo que alberga 60 obras de Pablo Picasso, todas donadas a Eugenio Arias y cedidas por él a la diputación de Madrid en 1982.
5. Cercedilla
Situado a medio centenar de kilómetros de la capital, el atractivo de visitar Cercedilla no radica exclusivamente en el pueblo sino también en su entorno. Los alrededores se proyectan como un lugar ideal para hacer excursiones y adentrarse en el mundo rural. También está la estación de Valdesquí y desde ella se pueden disfrutar de unas vistas espectaculares del Parque Nacional.
6. Manzanares el Real
Manzanares el Real tiene una virtud fácilmente recordable por cualquiera que lo haya visitado: el Castillo de los Mendoza es uno de los castillos mejor conservados de España. Se la reconoce como la joya de las fortificaciones madrileñas y en palabras de la Comunidad de Madrid: “una de las joyas no solo de la arquitectura militar madrileña sino de toda la arquitectura medieval del Reino de Castilla”. Cubierto de nieve es un auténtico espectáculo.