
La duración de un año es algo que (a grandes rasgos, en España, teniendo en cuenta el calendario gregoriano…) todos tenemos claro. Flota, no obstante, una idea en el imaginario popular: septiembre es otra forma de vivir en enero.
De hecho, hay para quien septiembre es más enero que enero mismo. En Reino Unido, por ejemplo, miden las temporadas futbolísticas en etapas formativas en los años que van de septiembre a agosto.
Por eso, y siguiendo esta lógica en un alegato que es claramente un excusatio non petita, agosto es el diciembre del año. Y dado que los rankings de las aperturas favoritas de los medios especializados en gastronomía se publican en diciembre, aquí va la nuestra como una reflexión (más que una pregunta) ahora que acaba de empezar septiembre.
1. Osa
En una conversación con quien ha estado en Osa no surge la duda de si va a recibir una estrella Michelin, sino sobre cuántas van a ser.
Es interesante acudir a los titulares para ver qué se ha dicho de este chalet convertido en restaurante: «el restaurante del que todo el mundo habla«, «un golpe de rebeldía en el tablero de la gastronomía madrileña«, «el restaurante que más (y mejor) suena de la ciudad«, «el sitio que Madrid estaba pidiendo a gritos«.
Osa es tan para tanto que no le importa haber abierto en una zona de baja afluencia (Ribera del Manzanares).
Al frente de la cocina están Jorge Muñoz (Mugaritz o La Tasquita de Enfrente) y Sara Peral (DiverXO o Coque). Y en su sala, en la que apenas caben 20 comensales, se sirve un único menú de temporada.
💶 Menú degustación por 180€
📍 Calle de la Ribera del Manzanares, 123 (Manzanares)
2. Puzzle

Puzzle es un wine bar al que, uno, la definición no le viste del todo y, dos, tiene las cosas claras. Abierto en pleno Chamberí a alturas de marzo, reservar en Puzzle es tarea casi imposible y su propuesta, como ya dijimos cuando abrió, «se resume en manduca potente, diversión y buenos vinos».
Su carta es versátil y recuerda a un draft (por decir algo). Hay una decena de platos que aparecen escritos en un rollo de papel y que van variando casi a diario. Por eso la recomendación de, por ejemplo, el taco canario puede ser absurda: solo Samuel Heras y Mon Cádiz saben si estará disponible la semana que viene.
Samuel Heras, jefe de sala de Puzzle, y Mon Cádiz Ávila, en la cocina y líder del proyecto, son (en esencia) dos amigos que han convertido un pequeño local de la calle de Blasco de Garay en uno de los restaurantes de moda en Madrid.
💶 El ticket medio ronda los 35€.
📍Calle Blasco de Garay, 10 (Chamberí).
3. Haranita
Dicen de Haranita que es el hermano pequeño de Nakeima. Vamos a dejarlo en hermano, simplemente. Desde su apertura, Haranita no ha parado de sembrar colas en su entrada (como viene siendo tradición en la familia) con un horario ininterrumpido de 13.00 a 00.00h y sin opción de reserva previa.
En la carta, breve pero intensa, imprescindibles sus baos (de pollo y carabinero, el black con sepia encebollada y alioli…), los dumplings de papada con soja dulce y bolitas de arroz crujiente, los torreznos o el katsu sando de contramuslo de pollo.
💶 El ticket medio ronda los 40€.
📍 Calle Víctor Hugo, 5 (Chueca)
4. La Huerta Funky Castizo

De los creadores de La Tuerta Funky Cartizo, llega a Madrid La Huerta Funky Castizo, la versión 100% vegetal del original que acerca sus recetas a todos los paladares y estilos de vida. Su objetivo es claro: revisitar esas recetas de siempre pero dándole un toque propio, novedoso y desenfadado.
Sus apellidos no mienten. Funky hace referencia a ese personal touch tan especial; y Castizo responde a «genuino, puro y típico de un determinado lugar”. Dos conceptos, en principio, casi opuestos, que se unen de una forma magistral en una carta que ofrece desde una ensaladilla rusa vegana que poco tiene que envidiar a la de la taberna más tradicional hasta bravas de bimi con crema de cocido que sorprenden sobremanera.
Una combinación ganadora que, por si fuera poco, se una a un servicio de coctelería exquisito, también totalmente plant-based. Diríamos que merece la pena pero en este restaurante no hay ni una pena (ni una pega). Muy, muy, muy recomendable.
💶 El ticket medio ronda los 35€. Cócteles desde 9€.
📍 Calle de las Conchas, 8 (Centro)
5. Hueso

Tres espacios, dos conceptos, un nuevo restaurante para descubrir este verano. Ya sea para tomar unos vinos y un picoteo ligero (no por ello menos impresionante) o para sentarse a la mesa con intención de ponerse fino, Hueso ofrece una carta versátil en productos, sabores y formatos. Desde un nigiri de tartar de atún con emulsión de anguila y wasabi que se come en dos bocados hasta el lomo madurado con salsa de maíz para rebozar en panko una y otra vez, este sorprendente local va bien para toda ocasión y con cualquier compañía.
Hueso es un tesoro a dos pasos de la Cibeles que (todavía) no se ha puesto de moda. Con lo que cuesta encontrar opciones como esta, donde puedes tapear de lujo y probar vinos selectos en un rincón tranquilo y pegado al centro.
💶 20 euros picoteo en barra, 45€ en los salones
📍Calle Marqués del Duero, 5 (Centro)
6. Ticuí

Al recordar nuestra visita a Ticuí, el restaurante del chef de Puntarena que abrió en enero, lo primero que nos viene a la cabeza es que (parafraseando a Paquita Salas) es un restaurante 360º. Completo. Nos gustó y nos gusta porque aquí nada se deja al azar, y desde lo gastronómico hasta la coctelería, la arquitectura y la artesanía del local todo es una reivindicación de México desde una mirada moderna y global.
Cualquier plato de la carta es un acierto, pero uno de nuestros platos favoritos fue el kampachi con macha, ponzu y manzana. Y los postres son de 10.
💶 Unos 70€ por persona
📍 Calle de Cedaceros, 6 (Centro)
7. Reposted

Bizcochos artesanos de masa madre y combinaciones de sabores sorprendentes: pera, avellana y chocolate, uvas y romero, piña ron y anís estrellado… e incluso opciones saladas. Los bizcochos de la alicantina Raquel Rodríguez han conquistado muchos paladares y una de las mejores noticias de 2023 es que, además de poder pedirlos a casa o degustarlos en algunas cafeterías de Madrid, ahora se pueden encontrar en su propia tienda.
💶 Entre 12€ y 15€ el medio kilo de bizcocho
📍 Calle de Doña Urraca, 9 (Puerta del Ángel)