Sobre la loma de Príncipe Pío y separado por el parque del Oeste está Argüelles, un barrio que pertenece al distrito de Moncloa-Aravaca, pero que parece parte de Chamberí. Argüelles es un ensanche del centro de Madrid que se llevó a cabo a finales del siglo XIX.
Está delimitado, por un lado, por la plaza de España y por el otro por el Cuartel General del Ejército del Aire, que arquitectónicamente recuerda a El Escorial y a muchas de las construcciones de la zona noroeste de Madrid, a donde mira el barrio. El cuartel se asienta sobre el terreno de la desaparecida cárcel modelo que fue la más grande de Madrid durante el siglo XIX.
El parque del Oeste ocupa casi 100 hectáreas y además de mejorar la calidad de vida de quienes lo disfrutan a diario, hace que el barrio y especialmente los bloques de edificios que miran directamente al paseo arbolado sean de los más caros de la capital.
Dónde comer en Argüelles
Brutalista
Brutalista es uno de esos recién llegados al barrio que ya cuenta con parroquianos del buen comer y del buen beber. El método es sencillo, crudo, bruto: eliges entre tres tipos de menú degustación (de 28, 38 y 50 €); dentro de cada uno, seleccionarás, a su vez, los entrantes, primeros y segundos que tengan del día. Y a disfrutar.
Su especialidad: los escabeches y «todo lo que tenga huesito» (palabras de su chef e ideólogo, Pablo López Ibarra, cuando charlamos con él de música, vino y perdices mientras gozamos del festín en la barra). De la última vez que visitamos este templo de la cocina de producto y la estética industrial de cemento, nos quedamos con: la sardina ahumada, el conejo escabechado y, sin dudarlo, la codorniz frita
Calle de Juan Álvarez Mendizábal, 34.
El Lagar
El Lagar es un clásico en las listas de bares con tapas gratis, pero es que además tiene un factor emocional importante: si has estudiado en Madrid y no has ido a este bar, es como si no hubieras estudiado en Madrid.
Generalmente está atestado de universitarios que coexisten con los parroquianos habituales e incluso con quienes lo tienen como referencia entre bares para ver el fútbol. Más bebidas, más tapas: bien la tortilla, la ensaladilla o el salpicón. Visita fundamental a final de mes.
Calle Ferraz, 39
La charca
El mejor cachopo de España 2020. Motivo suficiente, merecimiento justo y razón insuficiente. A La Charca vas, pero no solo para probar su cachopo. La corrección personificada en un restaurante: todo está bien, aunque es cierto que el arroz con leche, los cachopos (clásicos o de más fantasía) e incluso la fabada alcanzan cotas de excelencia.
Calle Juan Álvarez Mendizábal, 7
Chicago Style Pizza
Seguramente hayas probado las pizzas napolitanas, con finísima masa y bordes crujientes; las argentinas, con masa más gruesa, abundante queso y muchas especias; o incluso el lahmacun, la versión turca de la pizza cubierta de picadillo de carne y verduras especiadas. Sin embargo, es bastante probable que aún no le hayas dado una oportunidad a la pizza chicaguense. La pizza al estilo de Chicago, vamos. Un plato tan peculiar como delicioso que puedes probar en Chicago Style Pizza.
Este original restaurante de la calle Ferraz (aunque también cuenta con otro local en calle Maudes) ofrece pizzas estilo Chicago acompañadas de entrantes y golosos postres. La particularidad de esta receta es que la masa sirve como base pero también como paredes para la pizza, al igual que ocurre en una quiche o en un pastel inglés. Además, el orden de los ingredientes varía: primero va el queso, pues sirve como pegamento para el resto de toppings y, por último, el tomate, que funciona como una perfecta salsa que lo cubre todo. Una alteración inteligente que crea una pizza que no defrauda.
Calle de Ferraz, 9
Frida íntima
¿Es posible conocer a alguien a través de su recetario? Frida Íntima es la prueba de que sí, y de que es una forma única de hacerlo. Aquí se pueden probar los platillos que se cocinaban en casa de la artista mexicana, en ese refugio que fue la Casa Roja. El clemachile (gambas marinadas en lima con un toque de jugo de tomate y apio), los sopes de cochinita o el taco de suadero con tuétano son algunos de ellos, a los que se suma una cuidada coctelería.
Pero aún hay más: Frida Íntima es también una galería de arte gratuita en la que se pueden encontrar fotografías inéditas cedidas por la familia de la artista.
Calle de Pintor Rosales, 32
Bar Casa Paco
Dejando a un lado las modernuras made in USA y centrándonos en la comida más tradicional y castiza, encontramos Bar Casa Paco. Se trata de una taberna fundada en 1954 que ofrece una gran variedad de tortillas de patatas poco cuajadas, platos típicos madrileños como los callos o las patatas bravas y un completo menú casero de lunes a viernes.
Casa Paco es, desde hace ya casi 70 años, un icono del barrio de Argüelles y una seña de identidad de este. Merece una visita obligada si pasas por la zona. Desde aquí te recomendamos sus tortillas (de 15 sabores diferentes) o sus croquetas de ibérico, boletus, cabrales, solomillo o rabo de toro.
Calle Príncipe de Vergara, 34
Bar Los Bocadillos
Abierto desde 1947, Los Bocadillos es uno de los grandes clásicos del barrio de Argüelles. El establecimiento, además de tener un nombre icónico, tiene unos precios bastante asequibles por lo que suele estar bastante concurrido. Como es de esperar los emparedados de este bar son deliciosos, especialmente el de calamares y el pepito de ternera. También ofrecen raciones abundantes de carne o pescado y sus famosas ‘cañís’ (más pequeñas que una caña convencional) por solo 1,30€.
El estrecho local tiene una cocina abierta y su clientela es de lo más variada y castiza. Además, también tienen una pequeña terraza, que suele estar llena, por lo que os recomendamos ir temprano.
Calle del Marqués de Urquijo, 1
Tomar algo en Argüelles
The Fix
The Fix tiene algunas de las cosas que son imprescindibles en un desayuno fetén: repostería propia recién horneada, café de especialidad (tostado por ellos), un chai latte bien especiado e intenso y una tostada de aguacate de las que cuesta no pedir siempre. Además, cuenta con una cueva en la planta inferior desde la que podrás trabajar, leer y pasar un momento tranquilo con aroma de café.
Calle de Luisa Fernanda, 15.
Cafetería Ad Hoc
Ad Hoc es una cafetería, sí, pero también es un espacio cultural completo. Puedes ir simplemente a tomar algo, si eres capaz de irte sin alguno de los muchos libros que venden, con una sección especial de editoriales independientes. Además, hacen talleres de escritura y lectura, hay un club de lectura, exposiciones y presentaciones de libros. La madera, las dos alturas, las plantas, los libros y la luz del gran ventanal ayudan a querer hacer de Ad Hoc ese tercer espacio que no es ni tu casa, ni el trabajo, pero en el que quieres hacer vida.
Calle del Buen Suceso, 14
Cuenllas
Cuenllas empezó como un ultramarinos en el año 1939, cerca del paseo de Pintor Rosales y ha sobrevivido al tiempo como el propio barrio de Argüelles, perpetuando en su esencia, pero actualizando la oferta. Ahora es una tienda de delicatessen con barra, en la que comprar y tomar algo especial. En 2021 abrieron un pequeño bar de vinos en una de las calles más agradables para pasear del barrio de Salesas, la calle Orellana.
Calle de Ferraz, 5
Qué ver en Argüelles
Museo Cerralbo
No es uno de esos grandes museos con infinidad de salas, pero tampoco tiene nada que envidiarles. El Museo Cerralbo es una casa-palacio de finales del siglo XIX que perteneció al XVII marqués de Cerralbo, quien le da nombre y el que dispuso la casa tal cual se encuentra hoy para que los boomers, millennials y centenials podamos visitarla en la actualidad.
En ella podemos encontrar más de 50.000 obras de arte entre pinturas, esculturas, cerámicas, tapices, muebles, monedas y armaduras. Todas, un reflejo fidedigno del gusto, la vida y la estética de la clase alta española de la época. Un viaje ecléctico por las diferentes estancias de la vivienda que nos acercará a estilos como el clasicismo, el neobarroco y el rococó y que, sin duda, vale la pena visitar. Además, ¡la entrada solo cuesta 3 euros!
Calle de Ventura Rodríguez, 17
El palacio de Liria
El palacio de Liria es la residencia privada de la Casa de Alba, una de las familias con más títulos nobiliarios de Europa, desde el siglo XVIII. Es un edificio neoclásico de Ventura Rodríguez, uno de los arquitectos más relevantes y prolíficos en el Madrid de la época. Durante la Guerra Civil, como muchos otros edificios de la capital, sufrió varios incendios y se perdió todo el interior, aunque las grandes obras de arte que albergaba ya habían sido puestas a buen recaudo entre la Embajada Británica, el Museo del Prado, el Banco de España y otras instituciones.
Los Goya, Velázquez, Murillo, Zurbarán, Greco, Ribera, Rubens, entre otros grandes artistas que cuelgan de sus paredes además de los objetos decorativos de gran valor se pueden visitar ahora comprando una entrada en su web.
Calle de la Princesa, 20
Templo de Debod
El Templo de Debod, uno de los monumentos más icónicos de Madrid y del Parque del Oeste, lleva en la capital desde el año 1968 y fue un regalo de Egipto a España por su colaboración en el salvamento de los templos de Abu Simbel. Se estima que se construyó entre el 185 a.C. y el siglo I d.C. La entrada al templo, dedicado a Amón de Debod y a Isis, es libre y gratuita y se puede visitar de martes a domingos de 10h a 20h. Debido a sus pequeñas dimensiones, no es posible reservar entrada.
Por otro lado, su estancia más antigua –capilla de Adijalamani– se puede visitar de forma virtual a través de este enlace.
Calle de Ferraz, 1
Parque del Oeste
Como decíamos, uno de los lugares más emblemáticos de este parque es el Templo de Debod, pero en su extensión de cerca de 100 hectáreas cuenta con otros como el teleférico, tres búnkeres de la Guerra Civil, un riachuelo artificial o su conocida rosaleda que alberga más de 600 especies de rosales.
Además, se dice que desde aquí se puede observar uno de los atardeceres más bonitos de Madrid. De hecho, como dato curioso, no es extraño escuchar aplausos en algún momento durante la puesta de sol cerca del Templo de Debod. Cosas de Madrid.
Qué hacer en Argüelles
Librería Alberti
«Durante la madrugada de ayer un comando nazi incendió la librería madrileña Rafael Alberti. A pesar de las numerosas amenazas y atentados de que ha sido objeto la librería, no había en ese momento protección policial. Mientras esta situación continúe, las compañías de seguros no quieren hacerse cargo de las librerías». Esta entradilla, de una noticia de El País de 1976, lo dice todo.
A la librería Alberti la quisieron quemar. Quisieron, con nocturnidad y alevosía, prender en llamas lo revolucionario que puede existir dentro de las páginas de un libro. No lo consiguieron. Hoy sigue siendo referencia cultural del barrio, organizando talleres, presentaciones, eventos… todo por y para la literatura y la creación.
Calle del Tutor, 57.
El Jardín de la Abuela
A pocos metros de la calle dedicada al Pintor Rosales, que además limita uno de los parques más bonitos de Madrid, nos encontramos con El Jardín de la Abuela, una floristería especializada en rosas (y en orquídeas). Es una floristería familiar que ha pasado de padres a hijos y se nota en el trato, la fidelidad de los vecinos del barrio y hasta en los precios, ya que está lejos de las franquicias de floristerías donde te sacan un riñón por un ramo o una monstera que se te va a morir en tres días.
Si pasas por el barrio, aunque no quieras un ramo de rosas ni una orquídea, puedes pasarte a ver (y oler) el local, aunque sea para comprarte un cactus de 2 euros o un poto colgante, que sobreviven a las más extremas circunstancias como a un bajo sin luz en el centro de Madrid.
C. de Martín de los Heros, 89.
Ocho y Medio
Fernando León de Aranoa, Isabel Peña o Carla Simón son algunas de las mejores guionistas del cine español, y sus obras (sus guiones como cual) pueden encontrarse en la librería Ocho y Medio, en la calle Martín de los Heros. Lo mejor de todo, no es que organicen firmas de libros, o que te asesoren a la perfección si buscas libros de texto sobre cine, sino que también sirven cervezas y café. Woody Allen, Coixet y hasta Fellini decoran la pared con sus dedicatorias, dándole un carácter único a la singular librería.
Es el sitio ideal para tomarte un vino y charlar sobre cuánto amas (u odias) a Christopher Nolan o competir por quién se sabe más nombres de mujeres nominadas al Oscar a Mejor Dirección después de verte una peli en los Golem. Seas como seas seguramente te tengan un poco de rabia aquí y allá, pero el Ocho y Medio es un safe space para sabelotodos del cine.
C. de Martín de los Heros, 11.
Cines Golem
La calle Martín de los Heros, que prácticamente atraviesa el barrio de Arguelles entero, concentra en pocos metros la médula del cine madrileño. La librería Ocho y Medio, especializada en guiones de cine, se encuentra frente a los cines Renoir, y justo en medio, tenemos el paseo de la fama de Madrid. Pues a la izquierda de los Renoir, están las salas Golem, uno de los cines más especiales de Madrid.
¿Alguna vez te has preguntado dónde puedes ver los cortos que premian en los Goya? Pues en los Golem. ¿Un ciclo de David Lynch? En los Golem. ¿Animación iraní en V.O.S.E? En los Golem. Por todo esto es uno de los cines más indies de Madrid, donde proyectan todas las pelis de estudio A24.
C. de Martín de los Heros, 14.
Este artículo ha sido escrito a diez manos por Isabel Nieto , Javi Bisbal, Miguel Sánchez, Carmen Seco, Alberto del Castillo y Elena Francés.