¿A partir de cuándo se puede hablar de arqueología? Con independencia de lo que defina la disciplina o cualquier diccionario panhispánico («ciencia que estudia las artes, los monumentos y los objetos de la antigüedad, especialmente a través de sus restos», dice la RAE) es justo hablar de arqueología para referirse a cualquier edificio –por la parte que nos toca– que no existe.
En un caso tan contemporáneo como el que ocupa a este texto, quizás, la palabra restos sería más polisémica. Un resto puede ser un recuerdo mal contado, una foto en un cajón, un souvenir o una piedra perteneciente a la construcción que azarosamente ha acabado en el bolsillo de quien sea.
Este artículo es una recopilación de lo que una entrada de Wikipedia define como Arquitectura perdida y que apela a todos esos edificios que (por incendios, terremotos, guerras o razones de cualquier otra índole) ya no existen. Pero que, sin embargo, integran el patrimonio memorístico de la ciudad.
Edificio Windsor
La asociación de ideas es tan inmediata como evidente. El mero acto de pensar en edificios desaparecidos de Madrid nos llevará al más famoso entre todos ellos.
Casi ni necesita presentación, pero por si acaso: fue un edificio (de 106 metros y 32 plantas) de oficinas de la zona financiera de AZCA. El edificio ardió por completo en un incendio el 13 de febrero de 2005.
Todavía se habla de este incendio con suspicacia.
Ahora es la Torre Titania y en sus primeras plantas está El Corte Inglés.
📍Nuevos Ministerios
Pagoda de Fisac
Recuerda a un templo oriental y no en vano (es lo que significa) se le conoció como la Pagoda de Fisac. Un edificio que de existir en 2024 sería el caramelito de las visitas turísticas del estilo de Pasea Madrid u Open House.
La Pagoda, que era la sede de los Laboratorios JORBA, apenas tuvo una vida útil de treinta años: se terminó de construir en 1967 y no conoció este milenio.
Si la utilidad real de la Pagoda fue la mencionada, la utilidad simbólica está más que clara. Su no-existencia impulsa un debate y una reflexión necesaria sobre la preservación del patrimonio arquitectónico en pos de la especulación.
Y si quieres saber algo más de Miguel Fisac, siempre puedes leerte este artículo que escribimos sobre la moderna y sorprendente parroquia de los muros ‘acolchados’.
📍Nuevos Ministerios
Antiguas Torres Colón
La desaparición de las Torres Colón es como el río en el que te bañas dos veces o como el edificio de Schrödinger: es una de las construcciones que modificarán el skyline de la ciudad y al mismo tiempo un edificio que no existe.
Echamos de menos el enchufe como a un viejo amigo al que hace tiempo que no vemos. Ese módulo arquitectónico cumplía una chusca función: tapar antenas y cableado y cosas.
Fue la sede de Rumasa.
¿Algo más? Sí, el proyecto original tenía un tobogán en el medio que cumplía las veces de escalera de emergencia.
📍Ciudad Lineal
Torre Infiel de Lavapiés
La Torre Eiffel del Parque Europa no es la única Torre Eiffel que tiene o ha tenido Madrid. Era el verano de 1889 (suena a frase de Estopa), se celebraban las fiestas de San Lorenzo y en Madrid se erigió una torre infiel de madera.
Imagínate: vas bajando desde Antón Martín hasta Lavapiés, todavía no existen los móviles (así que vas mirando lo que tienes delante) y de repente: una torre que imita a otra torre que no has visto nunca en el cruce de San Simón con Ave María.
La iniciativa la financiaron los comerciantes y residentes de Lavapiés. Costó 1.000 pesetas según indicó El País y midió 21 metros. A diferencia de la parisina y para desgracia de los madrileños, la torre no se quedó en la ciudad.
📍Lavapiés
Cocheras de Cuatro Caminos
Demoler una parte de nuestro patrimonio ferroviario, histórico e industrial para construir, en su lugar, viviendas y un parque. Madrid es una ciudad capaz de destruir –en un clima de oposición vecinal– un legado que en otro país habrían convertido en museo para, tres años más tarde, homenajear al arquitecto que la levantó, Antonio Palacios, en el momento en el que se cumple el 150 aniversario de su nacimiento.
Tristemente, no hay homenaje que recupere lo que ya se ha perdido: unas cocheras históricas, de las más antiguas del mundo, sin las que Metro, tal y como lo conocemos hoy, no hubiera existido. Para recordarlas, queda la labor de Salvemos Cuatro Caminos, recogida en esta web.
📍Calle del Marqués de Lema, 16 (Chamberí)
Templete de Sol
Aunque parezca mentira por la cantidad de obras suyas entre las que caminamos día a día, la lista de trabajos desaparecidos de Antonio Palacios en Madrid es, también, bastante notable. Y entre ellos se encuentra el Templete de Sol: una estructura que presidió la madrileña plaza entre 1919 y 1933.
Una iniciativa ciudadana promovida por Álvaro Bonet –el arquitecto y divulgador detrás de la cuenta de @descubre_a_palacios– propuso su recuperación hace unos años, coincidiendo con el anuncio de la desaparición de la ballena tras las obras de remodelación de la plaza. El desenlace de la campaña es conocido: a día de hoy el único templete de la zona es el que recuperó en 2021 la estación de Gran Vía.
📍Puerta del Sol (Centro)
Mercado de Olavide
«Una plaza dentro de la plaza». Así definía Ángel Alda, vecino y responsable del blog La plaza de Olavide, el mercado homónimo de planta octogonal que una vez la ocupó. Fue construido en hierro y hormigón por el arquitecto Francisco Javier Ferrero Llusiá en los años 30 del siglo pasado, en un estilo «muy moderno» y «radical» para la época.
El 2 de noviembre de 1974, con comerciantes, vecinxs y hasta el Colegio Oficial de Arquitectos en contra, se procedió a dinamitar el mercado mediante un sistema conocido como «voladura controlada». Actualmente no hay ni rastro de aquel mercado y por lo que se conoce la madrileña plaza es por una concentración de terrazas que hace de ella «el sueño europeo» de unos y la pesadilla otrxs: quienes conviven con ellas todos los días.
📍Plaza de Olavide (Chamberí)
Cárcel de Carabanchel
La cárcel de Carabanchel fue mandada a construir por Franco nada más terminar la Guerra Civil después de que La Modelo, la anterior cárcel de Madrid, quedase prácticamente en ruinas. Sus obras acabaron en 1944 y, aunque las firmaron diversos arquitectos, entre ellos José María de la Vega Samper, quien intervino en las trazas del Edificio Telefónica de la Gran Vía madrileña, los albañiles fueron cientos de presos políticos obligados a trabajos forzados.
Se construyó en hormigón armado y ladrillo visto sobre un solar triangular de unos 200.000 metros cuadrados y estuvo 55 años en funcionamiento, hasta su cierre en 1998. Desde entonces y hasta 2008, año de su derribo, la cárcel estuvo abandonada, habitada únicamente por grafitis y personas sin hogar en busca de techo. En septiembre de 2023 supimos que sobre el terreno de lo que antes fue la cárcel de Carabanchel se planean construir un hospital y 640 viviendas, muchas de ellas protegidas.
📍 Avenida de los Poblados, 50 (Carabanchel)
Campo de la Cebada
En la plaza de la Cebada, donde hoy hay un gran gimnasio y polideportivo inaugurado apenas en 2022, antes había una parcela dejada a su suerte en 2009 debido a la crisis económica. A partir de 2011, este amplio espacio se convirtió en una transitada plaza que servía como punto de encuentro para vecinos y curiosos.
La plaza del Campo de la Cebada, llamada así en honor a su ubicación, fue el hogar de muchas y muy variadas iniciativas ciudadanas. En él había pistas deportivas al aire libre –para uso y disfrute de todos–, un pintoresco huerto urbano y variopintas instalaciones artísticas. Además, contaba con una especie de escenario que hacía las veces de tribuna en asambleas y juntas vecinales y de stage para conciertos y actuaciones. Un espacio libre y autogestionado que hacía que bajarse en la parada de metro de La Latina fuese una auténtica experiencia: nunca sabías qué te podías encontrar.
📍 Plaza de la Cebadal, 15 (La Latina)
Palacio de Xifré
En pleno paseo del Prado se erigía un impresionante palacio neo-mudéjar, propiedad de Xifré i Casas: un banquero indiano muy influyente en la España del siglo XIX. El antiguo palacio era un ejemplo del gusto por el mundo árabe que sentía la élite europea de la época.
Tejados de inspiración nazarí, escayolas que imitaban a las de la Alhambra, balcones de cuento… no le faltaba detalle. Desgraciadamente, el edificio fue derruido para construir la actual sede del Ministerio de Sanidad.
📍 Frente al Museo del Prado
La Modelo
Otro edificio del siglo XIX que se demolió sin dejar rastro fue una construcción diseñada para sustituir la antigua cárcel de Madrid. Donde ahora está el Cuartel General del Ejército del Aire, había una mole en forma de abanico en la que estuvieron retenidos importantes figuras políticas, como el revolucionario Trotsky. Hablamos de la Cárcel Modelo, construida según el ideal de centro penitenciario que propuso el filósofo Jeremy Bentham.
En 1936, recién comenzada la Guerra Civil, hubo una matanza dentro de la cárcel. Decenas de presos que cumplían condena allí fueron fusilados en sus celdas. Otros muchos acabaron detenidos en Paracuellos del Jarama, corriendo la misma suerte que los asesinados dentro de la prisión. Durante el conflicto hubo una serie de incendios provocados que destruyeron la cárcel, así como las pruebas históricas de lo que ocurrió en su interior.
📍 Zona de Moncloa
Estadio Vicente Calderón
No podía faltar el que acogió durante 50 años a los aficionados del Atlético: todo un monumento para los seguidores del equipo rojiblanco. El Vicente Calderón fue mucho más que un estadio de fútbol. Además de un Mundial y partidos del Atleti, se organizaron allí eventos musicales de primera categoría. Cual paseo de las estrellas, el Calderón recibió a rockeros inmortales de la altura de Bruce Springsteen o Paul McCartney e incluso a iconos del pop como Madonna.
El Calderón se demolió en 2019 para crear una zona residencial en las inmediaciones del río Manzanares. Donde antes se escuchaban los gritos y aplausos de cientos de futboleros, ahora habrá un parque con zonas para correr (entre otras cosas).
📍 Madrid Río
Este artículo ha sido escrito a ocho manos por Isabel Nieto , Miguel Sánchez, Alberto del Castillo y Helena Menéndez.