Porque es tu ciudad, porque has crecido en ella y has vivido algunos de los momentos más raros/bonitos/inolvidables de tu vida entre transbordos de metro. Sea por una cosa u otra, no puedes irte de este mundo sin haber vivido al menos alguno de estos momentos en Madrid antes de morir:
- Ver amanecer o atardecer desde el Templo de Debod. No hace falta describir porque hay que vivir esto al menos una vez en la vida.
- Hacer cola en Doña Manolita para comprar un boleto de Lotería y qué se te contagie la ilusión.
- Vivir una pelea entre Dora la Exploradora y Bob Esponja en la Puerta del Sol. No es que desde Madridistinto queramos fomentar la violencia, pero ya hemos oído unas cuantas veces que esos enfrentamientos son míticos y como poco, peculiares.
- Tomar las uvas en la Puerta del Sol. Sabemos qué es un agobio y vas a tomar más uvas, codazos y serpentina de la persona que tienes al lado que cualquier otra cosa, pero hay que vivirlo al menos una vez en la vida.
- Conocer el verdadero Rastro. No el de los puestos de camisetas y calzado, sino el de los libros, los muebles y los objetos raros de segunda mano. Y sobre todo ver a los expertos en filatelia intercambiando sellos.
- Ir a la verbena de la Paloma y tomarse una limonada mientras bailas un chotis.
- Pararse a escuchar al violinista de Alonso Martínez (aunque tengas prisa).
- Que un turista te pregunte donde está una calle, un lugar o cualquier otra cosa y le contestes que no eres de Madrid porque no tienes ni idea de dónde está lo que te pregunta.
- Poder decir que conoces todos los secretos de Madrid.
- Hacer cola en San Ginés después de volver de fiesta para que sus churros con chocolate te resuciten.